Navidad, ocasión ideal para dar rienda a la inventiva

¿Sabías que el árbol de navidad artificial (el de plástico que seguramente tenés en tu casa) lo inventó una mujer? Se llamaba Mary Crook y fue muy previsora porque la patente data de junio de 1911, 6 meses antes de la Navidad. Un arbolito sin luces es muy triste. La primera lamparita de Navidad fue creada por Thomas Edison, pero las luces del árbol tal como hoy las conocemos, por su socio, Edward Johnson. ¿Y las canciones? Muchas son de reproducción libre, pero nuestra tradicional Misa Criolla está protegida por derechos de autor. ¿Quéres conocer más historias? Te invitamos a leer este artículo.

Campanas, luces y adornos

Después de la adopción del árbol navideño, comenzaron a inventarse maneras de decorarlo semejando las estrellas titilantes del cielo. Para ello se usaban velas encendidas, las que causaron más de un incendio y pérdida de casas. A raíz de ello, Charles Kirchhof inventó y patentó, en 1867, el candelero para sujetar velas y otros adornos y mantenerlos en una superficie oscilante (como las ramas de un árbol). Luego llegó Thomas Edison con una lamparita mejorada que se transformó en la primera lamparita de Navidad (Patente N°223.898). Pero las luces del árbol tal como las conocemos hoy las inventó el socio de Edison, Edward Johnson. Tomó las lamparitas de filamento de Edison, las conectó con un cable y decoró el árbol de su casa con 80 lamparitas rojas, azules y blancas. Este concepto se extendió rápidamente hasta tal punto que en la actualidad nos parecería raro un árbol navideño sin luces decorativas.

Hasta principios del siglo XX se usaron árboles naturales en la decoración de las casas, pero en 1911 Mary Crook inventó el árbol artificial, con tronco y ramas realizados de alambres retorcidos cubiertos para simular un verdadero árbol. Con el tiempo el invento de Mary se fue mejorando hasta llegar a los árboles actuales, diseñados para un fácil montaje con luces incluidas o para los más tecnológicos (u holgazanes) el árbol de Navidad “emergente”, que tiene una antena y, una vez retirado del embalaje, puede armarse por control remoto.

Hoy por hoy, las celebridades de Hollywood compran sus árboles artificiales a una famosa empresa que se dedica a innovar para que los mismos sean indistinguibles de los árboles naturales (su eslogan es “inspirados en la naturaleza”). Dos de sus modelos patentados más famosos son el árbol de Navidad invertible y el plegable.


El top five de las patentes navideñas

Una rápida búsqueda en Google Patents con la palabra “Christmas” arroja más de 53 mil resultados. El top 5 de las categorías más patentadas está integrado por el armado de árboles, las luces decorativas, los árboles artificiales, las decoraciones y los árboles naturales.

Noche de paz, noche de misa criolla

Una tradición de Navidad, heredada de las fiestas saturnales, es la de cantar villancicos de casa en casa. Uno de los más conocidos, Noche de Paz, data de 1818. Es una composición austríaca declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2011 y su uso y reproducción es libre. Sin embargo, muchos otros villancicos y canciones navideñas que suenan en radio, televisión y medios digitales están protegidos por derechos de propiedad intelectual. Estos son los denominados derechos de autor que protegen las creaciones artísticas (música, libros, pinturas, películas).

Es frecuente en nuestro país y otros de Latinoamérica escuchar en esta época la Misa Criolla, obra magistral de Ariel Ramírez. Esta obra está protegida por derechos de autor y a pesar que Ramírez ya falleció, sus herederos o derechohabientes gozarán de los beneficios de la misma por 70 años contados a partir del 1 de enero del año siguiente al de la muerte del autor porque así lo estipula la legislación Argentina.

La innovación marca la diferencia

Después de haber leído estos párrafos nos percatamos cómo los innovadores han hecho nuestra Navidad más confortable, divertida, agradable y segura, por eso debemos tener en cuenta su trabajo y reconocerlo por medio de la propiedad intelectual ¡Feliz Navidad!

 


Imagen de portada: Dmitry Bayer | Unsplash