La ciencia del descubrimiento aplicada a la innovación de cultivos
La heurística es el conjunto de métodos para aumentar el conocimiento y resolver problemas. Bioheuris, una PyME rosarina, usa técnicas biotecnológicas desarrolladas recientemente como la edición génica y la evolución dirigida de proteínas para el desarrollo de la próxima generación de cultivos tolerantes a herbicidas.
El Nobel, la inspiración
La Real Academia de Ciencias de Suecia reconoce todos los años a personas o instituciones que han realizado contribuciones notables a la humanidad. En su última edición (2020) el premio Nobel de química fue otorgado a las investigadoras Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna por el desarrollo de una metodología para la edición de genes. Esta técnica permite, a partir del gran conocimiento que existe sobre los genomas de las especies (localización de los genes en los cromosomas y secuencia de bases A, T, G y C), localizar con mucha precisión una secuencia que se quiera cambiar, cortarla e inducir un cambio específico (mutación).
Solo dos años antes, este premio fue otorgado a Frances Arnold (investigadora del Instituto de Tecnología de California) quien desarrolló la metodología de evolución dirigida de proteínas basándose en los mecanismos básicos de la evolución: mutación y selección. Las mutaciones, cambios heredables en el ADN, generan variaciones en los organismos. Estas son seleccionadas por el ambiente en tanto se adapten para vivir en determinadas condiciones. Así, los organismos vivos pueden habitar ambientes tan extremos como los desiertos, los polos o las profundidades del océano. Teniendo este precedente en mente, la metodología desarrollada por Arnold permite obtener proteínas mejoradas o con nuevas funciones (que nunca habían existido en la naturaleza). Para hacer “evolucionar” a las proteínas en el laboratorio se le inducen mutaciones al azar y se seleccionan aquellas variantes que cumplen con la función deseada.
Ambas metodologías inspiraron a cuatro innovadores rosarinos para crear Bioheuris, una empresa de base tecnológica que las aplica para la obtención de una nueva generación de cultivos tolerantes a herbicidas.
¿Sabías que…?
- La tolerancia a la lactosa es el resultado de una mutación que adaptó a los pastores de cabras para beber leche
- La tolerancia de algunas plantas a los herbicidas es el resultado de mutaciones que le permiten evadir (detoxificar) la acción del herbicida para poder sobrevivir
- Bioheuris fue fundada por el ingeniero agrónomo Lucas Lieber, el bioquímico Carlos Pérez y el especialista en gestión de empresas Rinaldo Gosparini. Al equipo fundador se sumó el ingeniero agrónomo Hugo Permingeat
- Bioheuris es una marca registrada en Argentina (clases 1, 5, 31 y 42) y Estados Unidos (clases 31 y 42). La clase 1 se refiere a productos químicos para la industria, la 5 a insecticidas, fungicidas y herbicidas. La clase 31 comprende productos agrícolas y la 42 a servicios científicos y tecnológicos
De la inspiración a la acción
El primer cultivo con el que trabajó Bioheuris fue la soja, desarrollando una tecnología de resistencia a herbicidas a partir de una demanda identificada por la empresa de agroquímicos Rotam. Para ello diseñaron e implementaron dos plataformas tecnológicas: Heuris® y SWAP®. La primera utiliza diseño racional y evolución dirigida de proteínas para identificar variantes de los genes naturales del cultivo que proveen resistencia a herbicidas. Por su parte, SWAP® introduce estas mutaciones en líneas élite (las que ya han pasado por un largo proceso de mejoramiento) por medio de edición génica de una manera precisa.
La unión hace la innovación
No nos olvidemos que la soja tiene muchos más genes en su genoma que el de la proteína que le confiere tolerancia a algún herbicida. Por eso y para hacer mejores aún a las buenas variedades, Bioheuris se asoció con Criadero Santa Rosa, una empresa especializada en el mejoramiento genético que fue la proveedora del germoplasma que luego se editó genéticamente. Así, la combinación de las plataformas desarrolladas por Bioheuris con los programas de mejoramiento que tienen los semilleros permite lograr nuevas variedades disminuyendo el tiempo y los costos de obtención. Esta sinergia permite enfrentar los desafíos con los que se encuentra una PyME: atraer y retener talentos que aporten a la innovación y sostener el ritmo de financiación para llegar con los productos al mercado.
La colaboración con otros grupos es parte esencial de la estrategia de Bioheuris para desarrollar sistemas sustentables de manejo de malezas, por eso posteriormente se asociaron con Tobin Semillas para generar sorgos resistentes a herbicidas y formaron alianzas estratégicas con otras empresas de semilleras para desarrollar proyectos en algodón y arroz.
¿Sabías que…?
- La soja tiene 20 cromosomas y alrededor de 46 mil genes
La ciencia, un elemento clave
Después de cuatro años de su creación, Bioheuris tiene 21 empleados con perfiles profesionales muy amplios (agrónomos, biotecnólogos, microbiólogos, bioquímicos, contadores y técnicos), muchos de ellos con formación de posgrado en las áreas de interés tecnológico de la empresa. El laboratorio principal se encuentra en Rosario y en 2020 se expandieron a EE.UU. (Saint Louis), con un laboratorio incubado en el Helix Center. En ellos se desarrollan tecnologías de resistencia a herbicidas en soja, sorgo, algodón, arroz y alfalfa.
¿Sabías que…?
- Helix Center es una incubadora de empresas biotecnológicas donde las startup tienen acceso a más de 3.000 metros cuadrados de laboratorios que proporcionan los recursos para acelerar su crecimiento.
Innovar en una PyME
Para una PyME que tiene que competir con empresas desarrolladoras de tecnologías en semillas que sostienen grandes inversiones y capturan un porcentaje muy alto del mercado, el enfoque tiene que dirigirse hacia propuestas de alto contenido de innovación. Es por eso que la innovación es la estrategia principal de Bioheuris para realizar su visión: ser una empresa líder en la introducción de sistemas sustentables para el manejo de malezas a nivel mundial.
Bioheuris está desarrollando tecnologías que permitirán a los productores hacer un manejo sustentable de las malezas, aplicando combinaciones de herbicidas que retrasen la aparición de malezas resistentes y cuyo impacto ambiental sea menor que las tecnologías que actualmente están en el mercado. Por otro lado, ofrece a los semilleros acceso a una paleta de tecnologías que se podrán combinar de distintas maneras para lograr el mejor paquete tecnológico adaptado para cada ambiente.
La importancia del reconocimiento de la propiedad intelectual
Para proteger las innovaciones que desarrolla, Bioheuris solicita patentes, tanto para las mutaciones que identifican y su aplicación para conferir resistencia a herbicidas como para los métodos usados en su identificación. También realizan acuerdos con las empresas semilleras que incluyen el reconocimiento del valor de la tecnología en las variedades e híbridos que estas lanzarán al mercado. Posteriormente, para capturar valor en otros mercados necesitarán la implementación de contratos de licencias y mecanismos de control.
El reconocimiento de los derechos de propiedad intelectual es de gran valor para las PyMEs ya que les da acceso de una manera más sencilla a mercados globales mediante contratos de licenciamiento.