La propiedad intelectual hace nuestra vida más confortable, divertida y confiable. Los derechos de propiedad intelectual recompensan la creatividad y el esfuerzo humano, que estimulan el progreso. Por ejemplo:
- las industrias del cine, la música, la edición y la informática, que hacen que la vida de millones de personas sea más agradable, no existirían sin la protección del derecho de autor;
- sin las recompensas previstas en el sistema de patentes, los investigadores e inventores no tendrían incentivo para seguir creando productos mejores y más eficaces para los consumidores;
- los consumidores no comprarían productos o servicios con toda confianza si no existieran mecanismos fiables y de alcance internacional para proteger las marcas y combatir la falsificación y la piratería.