Hoy en Argentina, las empresas dedicadas al mejoramiento de semillas abarcan una superficie equivalente a 3 millones de canchas de fútbol y no solo abastecen al mercado nacional, sino que exportan a diversos países.

Todo comenzó en Inglaterra y llegó a Argentina con el ferrocarril

En la década de 1860, se separaron dos hermanos (que se quieren, pero se pelean): el rugby y el fútbol. Así nació la primera Asociación de Fútbol del mundo, la de Inglaterra.

Casi al mismo tiempo, con la migración de ingleses a nuestro país para la construcción del ferrocarril este deporte desembarcó en las pampas, jugándose el primer partido en los Bosques de Palermo en el año 1867. A tal punto arraigó la pasión por el fútbol entre nuestra gente que hoy en ese lugar hay un monolito que conmemora la ocasión.

El alumno superó al maestro

Argentina fue un fiel discípulo de los ingleses y rápidamente comenzaron a surgir nuevos jugadores, primero desde los colegios donde se practicaba como deporte y más tarde desde todos los rincones del país para integrarse a los clubes recién formados.

A finales del siglo XIX, con el fútbol en pleno auge, se fundó la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la más antigua de Sudamérica, la octava en el mundo y la primera del continente en afiliarse a la FIFA (Fédération Internationale de Football Association).

En la actualidad, con dos campeonatos del mundo en su haber y varios futbolistas criollos jugando en Inglaterra, Argentina ha superado ampliamente a su mentor que aún no ha podido conseguir ningún título mundial.

No solo de fútbol vive el hombre

En nuestro país, el fútbol ha ido siempre de la mano con la comida, especialmente el asado y el vino o la cerveza que lo acompaña. Y quizás no sea casualidad, porque para la época en que los ingleses nos trajeron el fútbol, la base de la economía nacional y el 55% del PBI lo constituía la ganadería. Sin embargo, esta situación cambió radicalmente a finales del siglo XIX cuando cobró auge el cultivo de trigo. En la primera década del siglo XX, Argentina se consolidó como exportador de trigo y se instalaron en el país las primeras empresas semilleras dedicadas al fitomejoramiento del cereal. Casualmente, una de ellas, el criadero Klein, está festejando sus 100 años. También por la misma época se fundaban los clubes de fútbol más importantes del país: River Plate (1901), Racing Club (1903), Boca Juniors (1905) y San Lorenzo de Almagro (1908).

Después del trigo, despegó el maíz y otros cultivos se tornaron importantes para la economía nacional. Esto, y unas adecuadas condiciones agroclimáticas, hicieron que se desarrollara una pujante industria semillera que hoy abarca una superficie equivalente a 3 millones de campos de fútbol y no solo abastece al mercado nacional de semillas de alta calidad, sino que exporta a diversos países.

 

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Referencias

- Brand Finance (2018) Football 50, 2018. The annual report on the most value football brands. Disponible online en: https://brandfinance.com

- Lianos, I.; D. Katalevsky and A. Ivanov (2016) The Global Seed Market, Competition Law and Intellectual Property Rights: Untying the Gordian Knot. Centre for Law, Economics and Society (CLES) Faculty of Laws, UCL London, WC1H 0EG.

- Reca, L. (2006) El sector agropecuario argentino: despegue, caída y resurgimiento (1875-2005). Estud. Econ. 23(47): 91-118.