Si te gusta el durazno ¡aguantate la pelusa!

Aunque el dicho es muy argentino, el durazno es chino y el significado de la frase tiene que ver con la mitología asiática. Para disfrutar la dulzura de las cosas buenas hay que esperar y soportar adversidades.

La fruta de la inmortalidad

El durazno o melocotón es originario de China, donde se cultivaba hace más de tres mil años. Entró a Europa por la ruta de la seda, más específicamente llevado por los persas y de ahí su nombre, Prunus persica. Como se adaptó muy bien al clima europeo, también fue fuente de inspiración para grandes artistas como Renoir, Monet, Manet y Van Gogh. De las naturalezas muertas europeas, pasó a nuestras naturalezas vivas sudamericanas transportado por monjes españoles a principios del siglo XVI.

En China, la fruta se asocia a la inmortalidad, ya que su mitología habla de un grupo de deidades que celebran la vida eterna consumiendo duraznos cada seis mil años. Estos melocotones de la inmortalidad tardan tres mil años en crecer y otros tres mil en dar sus frutos proporcionando una gratificación retrasada, la inmortalidad, tal y como la frase del título lo indica. Esta “fiesta del durazno” se celebra ahora anualmente el tercer día del tercer mes del calendario lunar.

En Argentina, el duraznero florece en primavera para que podamos disfrutar la fruta en el verano. Mendoza es la principal provincia productora y allí también se concentra la industria del enlatado. Los duraznos de cosecha tardía se producen en la Patagonia (Río Negro y Neuquén). El 60% de la producción nacional se industrializa como conserva o pulpa, el 30% se consume en fresco y se exporta el 1% (en fresco) a Brasil, Paraguay y Bolivia. 

Sobre gustos y colores

Los duraznos silvestres solo se encuentran en China y son de frutas pequeñas, agrias y muy peludas. La domesticación y el mejoramiento genético han dado origen a los distintos tipos de duraznos cultivados en la actualidad. Hay dos tipos principales: los que tienen la pulpa adherida al carozo y los que no. Ambos tipos tienen, a su vez, variedades de pulpa blanca o amarilla. Mientras que el mercado asiático prefiere los duraznos blancos, generalmente más dulces, en el mercado europeo y americano predominan los amarillos. Los duraznos pelones o nectarinas pertenecen a un grupo de duraznos donde la cáscara es muy suave y sin pelusa. La fruta es fuente de vitaminas A, B y C y solo contiene 37 calorías.


Los números del durazno

China es el 1° productor mundial

Italia es el 1° exportador de la Unión Europea

Existen alrededor de 15 mil variedades de las cuales 200 son comerciales

Se producen 25 millones de toneladas anuales

Grecia es el país que obtiene mayor rendimiento: 23 ton/ha

El 83% del durazno argentino se produce en Mendoza

Argentina produce 100 mil toneladas anuales

Argentina es el 6° productor mundial de durazno en lata


 

¡Una de cada 20 mil!

Los mejoradores de durazno saben que obtener nuevas variedades no es tarea fácil. Se calcula que solo una de cada 20 mil plántulas provenientes de los cruzamientos dirigidos es apta para seguir en el programa porque reúne la mayoría de las características buscadas.

En nuestro país solo el INTA tiene un programa consistente de mejoramiento genético en las Estaciones Experimentales de Junín (Mendoza) y San Pedro (Buenos Aires). Este busca mejorar la productividad y la calidad de fruta, considerando también aspectos postcosecha y periodo extendido de oferta en el mercado.

El programa de fitomejoramiento de INTA trabaja en tres grandes áreas:

Nectarinas y duraznos para consumo en fresco de maduración temprana. Se buscan variedades con buen calibre de fruta y pulpa no adherida al carozo (prisco), piel rojo brillante, pulpa firme y floración media a tardía

Nectarinas y duraznos para consumo en fresco de maduración tardía. Los principales aspectos de mejoramiento son color de piel rojo brillante y pulpa no adherida al carozo

Duraznos de pulpa blanca para consumo en fresco. Como estos tipos de duraznos son más delicados y se “magullan” con facilidad, la principal característica buscada es la resistencia a la manipulación y transporte, sin descuidar la calidad de la fruta y extensión del calendario de oferta

El mejoramiento se realiza mediante cruzamientos dirigidos y rescate y cultivo de embriones. Además, se utiliza la injertación para adaptar el cultivo a diferentes suelos. Los portainjertos o pies también reciben atención de los fitomejoradores y se está experimentando con portainjertos clonales derivados del cruzamiento entre durazneros y almendros.

¿Qué pasa si no te bancás la pelusa?

Si te gusta el durazno pero no la pelusa, andá al INTA San Pedro que te resuelven el problema.

La presencia o ausencia de tricomas (pelos) en el fruto se debe a una mutación causada por un gen saltarín (transposón) que cayó dentro del gen que tiene la información para producir los pelos, “apagándolo” y dando origen a las nectarinas. Entonces, los agricultores primero y después los mejoradores que no les gusta la pelusa seleccionaron estas variantes para cultivarlas. 

En el INTA inventaron una prueba genética capaz de identificar, en etapas tempranas, las plantas que producirán nectarinas y así seleccionarlas como padres para los programas de fitomejoramiento. Este avance es muy importante porque permite obtener nectarinas usando como padres variedades de duraznos con buen comportamiento agronómico.

Amarillo o blanco, fresco o en lata, el durazno es un símbolo del verano. Esa fruta o bebida refrescante que consumimos a la orilla de la pileta o disfrutando el sol en las vacaciones ha recorrido un largo camino de innovación y es el fruto del trabajo de miles de personas de todo el mundo.

 

Imagen portada: unsplash.com