Una amistad resistente
El fitomejoramiento no solo genera híbridos resistentes a plagas, sino que también forja amistades inquebrantables como la de Ana y Betiana. Entre protocolos de laboratorio y recorridas de ensayos surgió una amistad que está muy ligada al mejoramiento y al manejo de plagas. Acá te contamos la historia.
El maíz Bt la inició
Los maíces Bt se llaman así porque tienen incorporado en su ADN uno o varios genes provenientes de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt) que tienen capacidad insecticida para controlar ciertas plagas, pero son inocuos para humanos y animales.
Para su llegada al mercado, las empresas desarrolladoras deben realizar numerosos ensayos de campo y laboratorio, así como monitoreo de las plagas blanco de la tecnología luego de ser aprobados por la autoridad regulatoria. También traen aparejada una gran labor de extensión con técnicos y productores para la implementación de las buenas prácticas agropecuarias (BPA) que conducen al uso correcto de estos productos de la biotecnología agrícola.
Así, entre maíces y plagas se conocieron Ana Signorini y Betiana Parody. Ambas biólogas, aunque Ana recientemente se graduó en agronomía también, hicieron parte de su carrera profesional en empresas desarrolladoras de maíces Bt. Betiana se ocupaba de los expedientes regulatorios, es decir de planificar, evaluar y escribir los resultados de los estudios necesarios para presentar ante la autoridad argentina (Secretaría de Alimentos y Bioeconomía del Ministerio de Agricultura) y obtener su aprobación para siembra y consumo. Ana, por su parte, era la encargada de la organización y correcta ejecución de los ensayos de campo y laboratorio y también de la toma de datos y análisis de la información. Sus caminos se cruzaron en la mesa de discusión del Programa Manejo de Resistencia de Insectos de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) y allí nació la amistad.
La resistencia la fortaleció
La naturaleza las puso a prueba cuando se reportó, en la campaña 2013/14, el primer caso de resistencia de la plaga barrenador del tallo (Diatraea saccharalis) a las proteínas Bt Cry 1F y Cry 1A.105 en la provincia de San Luis. Para ese entonces ellas trabajaban en empresas diferentes, pero en aras de resolver el problema comenzaron un trabajo colaborativo. Primero, pusieron todo su conocimiento científico para idear ensayos conducentes a confirmar la resistencia y después se sentaron a pensar, junto a numerosos colegas, las medidas de mitigación necesarias para que los productores de la zona no perdieran la rentabilidad de sus maíces. Así, entre protocolos de laboratorio, mates y viajes a la zona afectada la amistad se fortaleció y como la Diatraea, se hizo resistente. Hoy, después de nueve campañas agrícolas, vemos el éxito del trabajo de las amigas cuando los productores de la zona exhiben el porcentaje más alto del país en la adopción de refugio y excelentes rendimientos en sus maíces, a pesar de tener la plaga resistente en sus lotes.
La virtualidad la hizo crecer
La pandemia redujo la presencialidad, los viajes y las reuniones; pero la virtualidad mantuvo e hizo crecer el trabajo de Ana y Betiana. Tan es así que propusieron, en ASA, la idea de la colaboración multiempresas para realizar los monitoreos de plagas que solicitan las autoridades regulatorias y así eficientizar recursos y personal; además de contar con la posibilidad de analizar los resultados en conjunto, llegar a mejores conclusiones y tener diferentes miradas para resolver los problemas. Esa idea, hoy es la realidad del Comité de Manejo de Resistencia de Insectos de ASA.
La distancia no es problema
Actualmente, después de haber dado a luz dos hermosos hijos, Ana hizo una pausa en el trabajo con plagas para dedicarse a otras áreas de la investigación agronómica, mientras que Betiana se mudará a otro país para “echarle el ojo” a la dinámica de las plagas de los maíces Bt en América del Sur. De ninguna manera estos factores son limitantes de la amistad, sino que la sostienen y la consolidan. Festejo de cumpleaños virtuales, consejos en el grupo de WhatsApp “Las Bichas” y mates a la hora de la siesta cuando los niños duermen representan el día a día de esta ¡amistad resistente!
LOS NÚMEROS DE LA AMISTAD
• El 95% del maíz sembrado en Argentina es Bt
• Se necesitan entre 2 y 3 años para realizar los ensayos regulatorios para desarrollar el plan de manejo de resistencia de insectos requerido por las autoridades argentinas
• El refugio es la BPA fundamental para retrasar la resistencia de insectos en los maíces Bt, pero solo el 48% de los productores argentinos la practica versus el 89% de los productores de la zona afectada de San Luis
• El plan de mitigación en la zona de San Luis en el que trabajaron las amigas abarca más de 12 mil hectáreas de maíz
Desde Semillas y Propiedad Intelectual queremos celebrar el día del amigo y desear que todos nuestros lectores encuentren, como Ana y Betiana, una amistad resistente.