"Gabriela Rosa Facciuto": cuando la belleza floral es sinónimo de mejoramiento. Parte II

Mejoramiento genético de plantas ornamentales: En el Instituto de Floricultura del INTA-Castelar trabajan en la obtención de variedades vegetales mejoradas, buscando la adaptación a diferentes condiciones y ambientes. Estas variedades son el resultado de diferentes programas institucionales y proyectos de investigación. Para que nos cuente que mejoras buscan en las plantas ornamentales, cuales son los colores preferidos, como les ponen los nombres y si tienen más o menos aroma, entrevistamos a Graciela Facciuto, Ingeniera Agrónoma del INTA.


Doctora Gabriela Facciuto ¿podría mencionarnos cuáles son las etapas del fitomejoramiento de plantas ornamentales?  

Nosotros trabajamos en el mejoramiento genético de plantas ornamentales a partir de especies nativas, que son las que crecen naturalmente en nuestro país, es decir cuyo centro de origen o de distribución, es el territorio argentino. El procedimiento es un largo camino que va desde la recolección del material en el campo hasta la obtención de una nueva variedad. El primer paso es tener una colección de germoplasma, con la mayor variabilidad posible, a través de diversos viajes de recolección por todo el país. Una vez que esos materiales llegan al Instituto, los cultivamos y vemos su aptitud ornamental. En paralelo hacemos ensayos de enraizamiento de estacas o esquejes y germinación de semillas, entre otros. Armamos luego una colección caracterizada, donde vemos las ventajas y desventajas de cada uno de los materiales vegetales.
 

¿Y cómo continúan?

Después elegimos los parentales en función del objetivo de mejoramiento y hacemos los cruzamientos. Nosotros trabajamos predominantemente con mejoramiento clásico y estudiamos la aptitud combinatoria, porque no todo se cruza con todo, hay que encontrar los mejores padres. Luego seleccionamos y vamos evaluando los potenciales candidatos a transformarse en una variedad.

Buscamos en términos generales, plantas compactas, muy ramificadas y floríferas en el caso de plantas que van a ser usadas en maceta o en canteros. En el caso de flores de corte lo que se busca son tallos largos, mínimamente de 80 centímetros y también que tengan una vida en florero de al menos siete días. Una vez que tenemos un material promisorio se prueba en parcelas a campo. Cuando tenemos un material interesante para pasar a la producción, hacemos la correspondiente inscripción en el Registro Nacional de Cultivares (RNC) del INASE. Además, tenemos un convenio con una empresa propagadora, Geoplant, que multiplica las variedades masivamente, y transfieren bandejas de estacas enraizadas a los productores interesados. Ellos envían plantas a todo el país.
  

¿Cuántos años lleva tener esas variedades en el mercado?

Eso es muy variable. Depende del género, la forma de propagación y los obstáculos que aparecen en el camino. A veces hemos tenido problemas de virosis o alguna enfermedad vegetal que hay que sortear. Poniendo un número, mínimamente se necesitan unos cinco años. También hay que ajustar muchas cosas, más allá de la obtención de la variedad, como aspectos agronómicos, propagación masiva, obtención de plantas con sanidad controlada y manejo de la variedad.          

¿De qué especies han obtenido variedades?

Nosotros tenemos variedades para uso en maceta y en cantero de los géneros Calibrachoa, Nierembergia, Glandularia y Mecardonia. Existen variedades registradas de cada uno de esos géneros. Todas ellas tienen un período de floración en primavera-verano. Además, poseemos variedades registradas de lapacho y tecoma para uso en maceta.

 

  

 

Sabiendo que usted participa especialmente en los planes de mejoramiento del lapacho ¿qué nos puede decir acerca de las variedades de esta planta?

Hemos desarrollado la variedad Sorpresa Rosa INTA. La forma de la planta es compacta, es decir, presenta entrenudos cortos y ramificaciones desde su base a diferencia de la especie nativa que tiene la característica de desarrollar un fuste recto, sin ramificaciones basales. La altura a floración de esta variedad es de 50 centímetros (considerando el injerto a 10 centímetros). Tiene la particularidad de presentar hojas en floración por lo que presenta equilibrio en la relación hojas-flores, características que conjuntamente a la abundante y precoz floración la hacen apta para su cultivo en maceta. Esta variedad se propaga vegetativamente a partir de injerto de púa terminal. Se utilizan como porta-injerto plantas de aproximadamente un año y medio de cultivo provenientes de semillas. Se utilizan púas desfoliadas de dos centímetros con un nudo a las cuales se les hace un corte basal en bisel; luego se adosa al pie o porta-injerto, el cual es hendido en su parte central.     
 

Hemos visto plantas con flores en los invernáculos del Instituto ¿qué hay en ellos?

En los invernáculos hay plantas derivadas de los planes de mejoramiento. En el Instituto tenemos varios planes, algunos desde hace muchos años y otros más recientes, como el caso de las Portulacas, plantas de bajo requerimiento hídrico. Hay distintos investigadores en el Instituto y cada uno trabaja con diferentes cultivos. También se ven algunas plantas de Calibrachoa, que es un género emparentado con la Petunia y que tiene flores de distintos colores. Ya tenemos en el mercado dos variedades que se están comercializando a través de una empresa, de una Calibrachoa, que se está vendiendo en el mundo. Por ella el Instituto recibe regalías que usa para seguir investigando y la provincia proveedora del recurso, en este caso Misiones.

¿Qué es el jardín exterior?

Es el último eslabón de la cadena de mejoramiento, cuando ponemos las plantas en el “campo”, en el exterior. En algunas épocas del año lo abrimos al público en general, y hacemos encuestas con ellos, con productores y paisajistas, para saber de los gustos de la gente y del mercado en particular. Nosotros analizamos los parámetros agronómicos, pero evaluar la belleza de una planta es totalmente subjetivo.

Gabriela Facciuto, fitomejoradora - INTA. Obtener una nueva variedad de flores es un camino muy largo desde la recolección en diversos puntos del país hasta nuestros canteros y macetas.

¿Cómo eligen los nombres de las variedades?

Los nombres, en general, los pone quien obtuvo la variedad u obtentor en base a las características de la planta o de algo que la identifique. No es una tarea fácil.

El nombre de la variedad es lo que representa a la planta. En nuestro caso, siempre en el nombre figura al final la palabra INTA. Antes, la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) permitía poner en el nombre el color de las flores, pero ahora no. Entonces, hay que buscar algo que haga alusión al color, como por ejemplo Nieve INTA para una variedad de Nierembergia que tiene flores blancas. Al lapacho lo llamé “Sorpresa Rosa INTA”, porque es sorpresivo que florezca un lapacho tan pequeño.

¿Qué características debe tener una especie para incluirla en un proyecto de mejoramiento?    

Particularmente buscamos que un género con potencialidad para la floricultura tenga una amplia distribución geográfica en el país, que tenga muchas especies, y de ser posible, que posea una amplia variabilidad en el color de las flores.

En el mejoramiento de plantas con flores ¿se siguen también búsquedas estéticas? ¿Qué quieren los productores?

Una vez que elegimos el género a trabajar, siempre se buscan cualidades estéticas superiores referidas a la arquitectura de la planta y al tamaño de las flores. En nuestro país siempre se buscan plantas con flores grandes, de colores intensos, pero según el mercado al que uno apunta también hay otras características que son valoradas. Los mercados de Japón y de Europa buscan flores más pequeñas con colores pastel.

Gabriela Facciuto, fitomejoradora - INTA. Mínimamente se tarda 5 años hasta poner una nueva variedad de flores en el mercado.

¿En el mejoramiento vegetal también buscan intensificar aromas de plantas y flores?

Es interesante la cuestión. Con el mejoramiento genético el aroma se fue perdiendo. Antes las flores tenían más aroma que hoy porque a medida que se fueron seleccionando plantas con una longevidad mayor de las flores se fue perdiendo el aroma, ya que son características controladas por genes que van en sentido opuesto. A mayor longevidad de la flor, menos intensidad de aromas. Actualmente una mejoradora que está trabajando con Glandularia, está tratando de conseguir variedades con aroma, ya que hay varias especies en la naturaleza que lo poseen. Con los lapachos hicimos una prueba con una nariz electrónica hace unos años y hay algunos genotipos que son más aromáticos que otros.

¿Cuál es la ventaja de obtener variedades de flores argentinas respecto a flores desarrolladas en el exterior?

El proyecto que realizamos en el Instituto se basa en valorizar la flora ornamental nativa de la Argentina. El productor florícola argentino dependía enteramente de variedades desarrolladas en el exterior, que no están adaptadas a nuestro país e incluso recursos genéticos de origen argentino, que se mejoraron, y generaron variedades en otros países. Hoy el productor argentino tiene que pagar regalías por esas variedades. Nosotros queremos, sabiendo que es una tarea a largo plazo, que esa realidad se revierta y que la Argentina pueda exportar variedades. Al elegir plantas nativas la probabilidad de adaptación es mayor y le estamos dando un valor agregado a los recursos genéticos nacionales.

¿Y eso ocurre?

Eso ocurre. Nosotros tenemos algunas variedades que en convenio con empresas se están comercializando en el mundo. Las variedades Yellow Chrosite y Magic Carpet son dos variedades de Mecardonia que se venden en Japón y los Estados Unidos, respectivamente. Otro ejemplo, es la variedad Garden Rose, de la especie Calibrachoa, que se comercializa en Estados Unidos y en Japón. Lo más valioso, es que a largo plazo la Argentina pueda recibir regalías, no pagar.

Gabriela Facciuto, fitomejoradora - INTA. ¿Qué variedades de flores desarrolló el INTA? Algunas de ellas talvez estén en tus floreros o canteros.
 

¿Están realizando mejoramiento de helechos nativos?

En realidad armamos una colección de helechos y fuimos probando los que se cultivaban más fácilmente. A esto lo denominamos domesticación no mejoramiento. No impide que en algún momento podamos hacer algo de mejoramiento, pero por ahora estamos en esta etapa. Estamos usando las especies más rústicas y que puedan entrar más fácil en el circuito comercial. En la Argentina se extraen de la naturaleza muchos helechos. Un ejemplo de esto es el helecho Rumohra, también llamado helecho de cuero, que se vende en el mercado para hacer bouquets, acompañando a las rosas en los ramos. Actualmente esos helechos que encontramos en las florerías son extraídos de la naturaleza. La idea es armar protocolos de propagación y transferir esa información y experiencia a los productores para facilitarle la multiplicación en invernáculos. El mejoramiento de variedades obtenidas de la naturaleza o su domesticación, no solo son procesos de importancia comercial sino también ambiental, ya que limita las actividades extractivas y con eso se protege la biodiversidad y la extinción de las especies.



Algunas variedades ornamentales 

Mecardonia. Tiene flores amarillas y bajos requerimientos nutricionales, pero requiere mucho riego.

Nierembergia. Posee flores blanco-rosadas, necesita poco riego y mucha luz.

Calibrachoa. Tiene flores fucsias, necesita alta fertilización y ambientes secos.

Glandularia. Posee flores lilas y rosas y requiere poco riego.

Lapacho. Tiene flores rosadas y florece a los 6-9 meses de ser propagadas.  

 


  

Gabriela Facciuto, fitomejoradora - INTA. Bautizar a una variedad con un nombre es darle identidad a esa flor, casi como a un bebé.

 

Gabriela Facciuto: es Ingeniera Agrónoma y Doctora en Biología. Trabaja en el Instituto de Floricultura de INTA desde el año 1999, en mejoramiento genético a partir de especies nativas. Participa en los planes de mejoramiento del Lapacho y Alstroemeria. También es coordinadora de la Maestría en Floricultura INTA-UNLZ