Que el carbón no manche al Mantecol

Cultivo: maní
Variedad: EC-Max
Desarrollador: Criadero El Carmen
Número de inscripción en el RNC: 23.304
El carbón del maní es una enfermedad fúngica que afecta a toda la zona manicera argentina, provocando pérdidas de calidad y rendimiento en un producto destinado al consumo humano. El Criadero El Carmen, localizado en la ciudad de General Cabrera (Córdoba) trabaja de la mano de las universidades de la región para lograr variedades resistentes a esta enfermedad y también tolerantes a la sequía, estrés abiótico que viene flagelando la producción de maní cordobesa. Así, en 2024 inscribieron EC-Max, su variedad más novedosa con resistencia al carbón y algunas características de tolerancia al estrés hídrico.
El maní es una producción regional muy importante para Argentina, ya que es el primer exportador mundial. En nuestro país se producen y exportan maníes para confitería, preparados y saborizados, pasta, manteca, aceite crudo y refinado, harina, pellets y expellers de maní.
¿ABÍAS QUE…?
- • El destino del maní argentino es la industria de los snacks y confituras
- • Todo el maní producido en nuestro país es alto oleico, lo cual le da más vida a los productos en anaquel (tardan más en ponerse rancios)
- • En Argentina, se consume principalmente como snack, golosina o dentro de tabletas y barras de chocolate
- • Los argentinos comemos anualmente 1 kg de maní por año
Bonus
El maní es el ingrediente principal con el que se produce un turrón semiblando, popularizado por la marca comercial Mantecol, de la empresa Georgalos. Este producto tiene origen griego, en unos similares (halvá) pero realizados con pasta de sésamo.
El Mantecol fue creado en 1940 y fue tan exitoso que Georgalos se expandió e instaló su fábrica en la antigua cancha de All Boys. Veinte años más tarde se asoció con García Ferré, el creador de la revista infantil Anteojito, donde el producto se publicitaba en la contratapa y Ferré creó “La bandita Mantecol”. Durante la crisis de 2001, la marca registrada Mantecol fue vendida a la empresa Mondelez que modificó la receta original, mientras que Georgalos la mantuvo, pero bajo la marca Nucrem. Veinte años más tarde Georgalos volvió a comprar la marca y el Mantecol pasó a ser 100% argentino otra vez.